Además de ser cruciales para el crecimiento profesional, estas habilidades son clave como requerimiento en la nueva economía digital.
Comprendemos las habilidades como un conjunto de características blandas que nos ayudan a entender y desarrollar nuestras funciones laborales y también personales. Nos apoyan a adaptarnos a entornos inciertos, buscar soluciones y encontrar equilibrio entre lo que hacemos y necesitamos. Sin embargo, hay habilidades que, además de estar en sincronía con el desarrollo humano, son requeridas por los empleadores de la nueva economía digital como base para formar sus equipos de trabajo. ¿De cuáles se tratan?
La Transformación Digital significa el contexto en el que todas las organizaciones se encuentran transitando. Se trata de los procesos que implican la implementación de tecnología en todas las áreas y funciones de una organización. Más que solo introducir herramientas tecnológicas, es un proceso incremental y una meta continua que involucra el cambio de cultura organizacional y las capacidades del talento que optimizará sus actividades para adaptarse a un contexto tecnológico. La Transformación Digital es evolucionar y aumentar -no sustituir-, al talento humano.
Si bien la Transformación Digital es un proceso integral de una organización, esta se convierte en una habilidad cuando los profesionales que laboran en ella comprenden, habilitan y gestionan de manera eficiente, iniciativas que puedan lograr dicha transformación.
Según Boston Consulting Group, cerca de solo el 30% de las empresas logran navegar sus procesos de Transformación Digital de manera exitosa y aquellas que lo logran, pueden obtener hasta 10% más de capitalización de mercado con un incremento sustancial de sus ganancias. La manera de lograr estos beneficios es muy clara, primero se trata de formar una visión del negocio a futuro y después, incrementar las capacidades para alcanzarlo, tanto humanas, como tecnológicas. En ese sentido, es vital que las organizaciones cuenten con talento que entienda los procesos de Transformación Digital que enfrentan.
Aprender en sí misma es una habilidad, pero, ¿sabes realmente cómo es como aprendes y tienes conocimiento de cuando lo haces al reconocer que estás en proceso de aprendizaje perpetuo? De eso se trata learnability de tener la capacidad de identificar necesidades laborales, conocer tus propias capacidades y formarte continuamente para satisfacerlas de manera eficaz y eficiente.
No solo se trata de aprender, se trata de hacerlo intencionalmente y de manera transversal en todas las oportunidades provistas por las experiencias e interacciones diarias. Los profesionales que dominan el learnability reconocen el aprendizaje no como una actividad extra, sino un mindset en el que operan de manera perpetua para su mejoramiento personal.
Según el Foro Económico Mundial, existe una emergencia de reskilling (el que los trabajadores readapten sus habilidades a nuevos contextos laborales que no conocían por medio de su formación o campo de experiencia formal), global con más de un billón de puestos de trabajo o transformados por la tecnología. El entorno internacional acelerado por la pandemia e incluso antes de ella, ha empujado a las empresas y también a los individuos a buscar actualización constante. Aún así, 44% de las organizaciones enfrentará brechas de habilidad (skill gaps) dentro de los próximos cinco años y 43% reconoce padecerlas ahora (McKinsey & Co.)
Una de las razones del porqué las empresas enfrentan este panorama es la incapacidad de sus trabajadores para aprender nuevos conocimientos y temas de manera eficiente y aplicable, pues pocos de ellos han sido entrenados con estas capacidades y mindset que los convierte en aprendices efectivos y puedan ocupar plazas que llenen la brecha de talento y habilidad.
El pensamiento crítico y el creativo se refiere a cómo las personas enfrentamos retos complejos y determinamos la solución a los mismos. Por un lado, el pensamiento crítico nos permite procesar y evaluar la información en todos sus ángulos y fortalecer el proceso metacognitivo al cuestionar asunciones, razonando con lógica y diversificando el pensamiento.
Por otro lado, el pensamiento creativo significa además de innovar en procesos, conductas o hábitos, el encontrar soluciones diferentes a problemáticas ya existentes. No se trata de encontrar soluciones a problemas que no existen, se trata de llenar una brecha para la resolución de una necesidad.
Estas dos habilidades trabajan en conjunto para la correcta toma de decisiones y la resolución de problemas en todo nivel y acción, desde aplicado a relaciones humanas, hasta complejos procesos de negocio.
El pensamiento crítico y creativo, permanecen como habilidades altamente requeridas por las empresas, situándolas como parte de un set de habilidades cognitivas avanzadas. Según Deloitte, el pensamiento crítico se sitúa como la habilidad número uno requerida por industrias 4.0, es decir con perfil innovadores, con un 46% de preferencia por su desarrollo. Mientras que el pensamiento creativo se ubica como top 5 habilidades más requeridas por los lugares de trabajo desde hace más de un lustro, (LinkedIn y FORO Económico Mundial).
La importancia de su aprendizaje radica en la propia transformación de los negocios: mientras la automatización está siendo ocupada por las máquinas, los procesos cognitivos siguen siendo reservados para las personas que trabajan y hoy aún más, están siendo requeridos.
La clave para una buena relación, ya sea personal o profesional, es una buena comunicación y más que eso, una comunicación efectiva. En un clima lleno de incertidumbre, es crítico aprender a comunicar en varios niveles tomando en cuenta la audiencia, mensajes que lleven al éxito individual y conjunto, siempre pensando en la estrategia integral del equipo de trabajo y la organización en general.
Además, una buena comunicación permite el fortalecimiento de otras habilidades adquiribles, como la empatía y el reconocimiento de feedback, que permitan inspirar, motivar, unir y hacer crecer esfuerzos conjuntos que naveguen con éxito el cambio alrededor poniendo como piedra angular, la confianza.
En entornos como el nuestro, la capacidad de las personas para entender grandes conceptos ha disminuido, en ese sentido la comunicación clara, simple, frecuente es esencial para comprender nuevos procesos de trabajo, en sentido contrario, una comunicación deficiente erosiona la confianza y dificulta el entendimiento de información crucial.
De igual manera, es necesario para los profesionales, sobre todo aquellos en posiciones de decisión, desarrollar comunicación que salte lo operativo y ayude a saciar necesidades emocionales traídas por incertidumbre, como sentimientos de estrés, dolor o soledad, ampliamente reconocidos en la fuerza laboral actual. Por estos motivos la comunicación efectiva aparece dentro de las Tendencias en el futuro del trabajo y el cambio organizacional.
En Latam Business School, reconocemos esta necesidad global del desarrollo alrededor de estas cuatro digital skills, es por eso que contamos con nuestra Certificación en Habilidades Digitales, un programa diseñado para aumentar tus capacidades más allá de la técnica, poniendo énfasis en la práctica de las mismas en contextos reales. Te invitamos a conocerla.